El Sagrado Corán

SURA 1 – Al-Fatiha (La Apertura)

SURA 1 – Al-Fatiha (La Apertura)

“ Surat al-Fátiha” es el nombre del primer capítulo de los ciento catorce en los que está dividido el Corán. Pertenece al número de Suras o capítulos revelados en Meca, es decir, cronológicamente, corresponde al período anterior a la Hégira o Gran Emigración que condujo a los musulmanes a la ciudad de Medina.

Recibe el nombre de al-Fátiha (literalmente la que abre ) por ocupar el primer lugar en el orden coránico. Entiéndase esta “primordialidad” de distintos modos simultáneamente es “primera” debido tanto a su situación, así como a su rango y también en atención al carácter sintético de su contenido.

Fue también la primera Sura revelada íntegramente, de una sola vez. Recuérdese que el Corán iba siendo comunicado a Muhammad s.a.s… , el Profeta Muhammad no se presenta como el creador del Din del Islam, sino como el restaurador del mismo en su pureza primitiva y original, y así apela a la tradición abrahámica y a todas las tradiciones proféticas antiguas , siendo el hecho profético de Muhammad s.a.s. el Sello de la Profecía- gradualmente de acuerdo a las exigencias de cada momento y de cada circunstancia, en fragmentos de tan sólo dos o tres “ayas” o “signos” en los que subdividen las Suras. Es decir, la ocasión dictaba la revelación coránica que era enseñada.

“Surat al-Fátiha” contiene de manera abreviada y por “alusiones” la práctica totalidad de la temática coránica. Se trata de una especie de resumen inicial tras el cual aparece el relato detallado.

Por trazar un esquema aproximativo, podríamos afirmar que el Corán tiene como objeto el esclarecimiento de los siguientes temas :

El Tawhid, conciencia o arte de la unidad y unicidad de Allah. No se trata de la formulación de una doctrina abstracta, sino que se concibe como acción creadora del propio ser humano que le va conectando y armonizando con la unidad de toda la existencia, como sentimiento íntimo de esa unidad. El Islam, expresión radical y máxima del unitarismo, exige inmediatamente el rechazo y la negación de todo acto o idea que implique el sometimiento del ser humano a su dependencia. Es más, le declara la guerra abierta a la “idolatría” que surge de una confusión intencionada ante la pluralidad con la que se manifiesta la creación, surgiendo del miedo del ser humano que se siente aislado. El Islam lo reconduce a su unidad, a su integración en la vida. La afirmación definitiva del “Tawhid” es escueta , sencilla, y no admite alternativa alguna: “LA ILAHA ILLA ALLAH” , un “no” inicial a la idolatría, para encontrar después a Allah, que es “quien está cuando los ídolos han sido destruidos” ; la indefinible orientación de la aspiración trascendente del ser humano. Sólo Allah intuíble pero inalcanzable, es real , verdadero: El es el Señor de los Mundos. El Corán, una y otra vez , denuncia y condena sin vacilación alguna toda forma que pueda revestir la “idolatría”, y proclama la liberación del ser humano, su “califato”. El hombre sólo se recupera a sí mismo en su sinceridad para con Allah, en su entrega continua a El en un proceso derribador de “ídolos”. El Corán no inaugura, pues ninguna teología; mas bien, imprime un profundo carácter de sutileza a cada gesto, a cada palabra, para hacer de ellos continuados retornos a la significación primera y última de la realidad.

El “Wa’d” , el compromiso de Allah , su presencia junto a la memoria, a la conciencia. Significa su fuerza en quienes se confían en El, aquéllos que se le entregan con la espontaneidad que lo hacen los cielos y la tierra. El “Wa’d” resulta de la conciencia que comunica el Tawhid. El Islam representa en la vida humana la justa medida de los ritmos de la vida y de la naturaleza, la expansión de quien se siente realmente parte de la existencia y se comunica con ella , redescubriendo su propia trascendencia , incorporándola a la acción de Allah , con conciencia de esa dimensión unitaria de todo. Es la “idolatría”, el Shirk o falsa asociación de imágenes a Allah , confiriéndole sus cualidades trascendentes , lo que rompe con el equilibrio y la armonía , y lleva a desconocer a Allah, a ignorarlo. El “Wa’d” es el compromiso de Allah que se verifica en lo cotidiano y se proyecta como evidencia de la justicia inherente a todo, que todo lo ordena u guía , y que espera también, y que se espera también tras la muerte cuando todo se diluya ante la unida y unicidad de Allah. El “Wa’d” da sentido al Islam, al “Din”, el sendero que conduce y canaliza los afanes del ser humano.

Su opuesto el “wa’id”, es la advertencia de Allah: la advertencia que el Corán hace llegar al “idólatra”; aquel que se ha alejado del sentido de la existencia, y ya no tiene recuerdo de Allah, que vive ajeno al verdadero, que a sido arrebatado por sus ilusiones y esperanzas inmediatistas: consumido en su ego, se ha separado de la realidad, a creado un mundo falso a su medida, según sus miedos y con prisa por satisfacerse, y se ha convertido en un ser destructor, en un “Kafir”. El “Wa’id” de Allah es la evidencia de esa ruptura, de ese aislamiento destructor, es el vacío de la conciencia. El “Wa’id” prefigura la autodestrucción absoluta y definitiva tras la muerte junto a Allah.

La “’Ibada”, la actitud y agradecimiento que el ser humano asume cuando se sitúa ante Allah, significa reconocer a Allah y reconocerse a sí mismo. La vida del musulman es “I’bada” , acción que surge del reconocimiento de Allah en continua relación con El en cada instante. No obstante, han sido escogidos momentos y formas en los que la dedicación a la “I’bada” es plena, de modo que se transforma en prácticas intensas, de estricto ejercicio de esa sensibilidad. En su manifestación exterior, la “’Ibada” es la “forma” del Islam, el lenguaje común a todos los musulmanes. Y así, han sido establecido el Salat, el Siyam (ayuno) el Hayy (peregrinación)… para que su absoluta dimensión trascendental impregne la vida de los Musulmanes , hasta cumplirse el verdadero sentido de la I’bada .

La “Sharia” , la dimensión comunitaria del Islam donde el hombre se siente partícipe con los otros, en la construcción de la humanidad. La Sharia enseña la comunicación con los “otros”, la solidaridad activa y el respeto a sí mismo como principio de la generosidad que debe presidir es relación. Se trata de la búsqueda, también en lo común, de la felicidad y la armonía en solidaridad e interrelación reales y activas. La Sharia, como su exigencia a veces, con su innegable búsqueda del justo acuerdo y la cordura en los problemas y dificultades, tiene como claro objetivo la creación de una comunidad verdadera donde madure el ser humano, y con su maduración vaya propiciando una sociedad mejor y más justa, en esa estrechísima relación entre el individuo y quienes le rodean.

La “Nubuwa”, la profecía. Con ella, el ser humano toma conciencia de su historia. No somos hechos aislados , ni en el espacio ni en el tiempo . Nuestra aspiración , la de cada uno de nosotros, es un hecho compartido. Así es como aprendemos la trascendencia de lo humano Los innumerables profetas que ha conocido la humanidad son testimonio de esa ambición. A todos ellos el Corán se refiere con respeto, sin exclusiones: negarlos , rechazarlos es rechazar lo que de más calidad hay en nosotros . El Corán, por supuesto, no los menciona a todos; o bien generaliza, o cita a algunos de su entorno más inmediato, el llamado semítico. Pero su deseo es claro: comunicar al hombre un amplio sentido de lo universal. “Wa’ad”, “Wa’id”, “I’bada”, “Sharia”, “Nubuwa”… , están todos ellos implicados en la conciencia que va generando el Tawhid.

La al-Fátiha alude a estos temas, siendo sus bases. Por ello, merece el nombre de “Umm al Kitab” , la madre del Libro, por el que se la conoce.

1.-

Todo se inicia….

Con el nombre de Allah,

Todo tiene en El su principio y su destino,

Y El lo rige todo.

Con el nombre de Allah

Con El mismo

Y por El mismo

Y el está fuera de toda definición:

su identidad es inaprensible

es inimaginable,

no es abarcado por ningún pensamiento.

Allah es el nombre que sirve para referirse a El, pero El está por encima de todas las cosas.

El es el verdadero , en El está la fuerza y el poder que gobiernan los mundos, solo en El, El es a quien toda la existencia se dirige , lo mismo que surge de El .

Observa el universo , el universo te muestra a Allah :

Allah es el vivificador, toda la vida así lo proclama, de el procede todo el bien del que goza la existencia….

Allah es el Rahman , el dador y creador de cuanto existe, así lo proclama el mismo ser humano, que a sido dotado de inteligencia y conocimiento, para que sepa…

Observa la bondad que hay en el universo y en el hombre, ése es el favor de Allah; constata la riqueza de la existencia y te enseñará que Allah es el Rahim infinito , el que lo a posibilitado todo , el que a propiciado la vida y es su supremo sostenedor , el que a dado por encima de la vida , conciencia y entendimiento….

2.-

En todos los momentos, bajo todas las formas, Allah es alabado por cuanto existe.

El es el expresado con el cumplimiento de la realidad: cada movimiento , cada devenir es alabanza de Allah.

En todo elogio, en toda admiración del ser humano, de El es lo que se habla.

…..Observa el universo, y observa al ser humano: cada uno de sus latidos es alabanza a Allah.

El lenguaje de toda cosa es hacer aquello para lo que a sido creada, así manifiesta su entendimiento, y así expresa la grandeza de Allah.

La Victoria es de Allah , Señor de todos los Mundos; El los rige, El guía.

Allah es quien ha dado su impulso a la realidad, El es quien la activa, y no la desatiende un solo instante.

…Allah es el Creador y el mantenedor de cuanto existe, su único Señor verdadero.

3.-

El es quien posibilita, el Vivificador, el que infinitamente conforta… De El viene el bien; suyo es cuanto os adorna y enriquece.

El es siempre el Rahman el infinitamente creador y en todo hay signos de su bondad inextinguible. Creador de toda vida.

…. Y es por ello que todo hacia El se vuelve , y la creación entera, de El espera, el Rahim, el criador de cuanto existe .

4.-

Allah es el soberano de los Mundos más allá de lo que podéis percibir, el verdaderamente soberano de cada destino.

Allah es el soberano del día de la Justicia, el día en que decide y retribuye , cuando desnuda al ser humano para que se conozca y se contemple tal como es, cuando aniquila su soberbia con su presencia, para que lo verdadero se establezca y su justicia sea cumplida.

Ciertamente, Allah es dueño de todo lo creado, y nada escapa a su dominio, ni en la vida ni en la muerte.

Y ciertamente , el Día de la Justicia , el Yawm ad-Din , es cuando imponga su grandeza a todo cuanto existe, y todo se consuma en El, y El haga justicia y señale el destino eterno.

5.-

Así te reconocemos; esto es lo que enseñas de Ti en tu creación.

Esta es nuestra certeza Tu eres el Verdadero, y sólo en Ti está la fuerza y el poder.

Tu eres el origen de cuanto existe, el Creador : y Tú eres el soberano de los Mundos en cada instante¸y Tú eres el destino hacia el que todo se dirige.

Solo a Ti exaltamos , solo a Ti nos entregamos, a Tí confiamos todo nuestro ser, en Ti nos abandonamos.

Esto es lo que nos exige nuestra conciencia, el conocimiento que tenemos de Tí.

Esta es nuestra clarividencia y nuestra sabiduría.

Y solo de Tí esperamos, solo de Tí dependemos.

Nuestra esperanza está depositada en Tí, en Tí está la fuerza y el poder; esto es lo verdadero .

Junto a Ti buscamos ayuda y auxilio para cada uno de nuestros actos, sea nuestra acción conducida plenamente por Ti.

Sin Ti ningún movimiento es posible, de Ti es nuestra necesidad en todo instante…

6.-

…Danos Tu ayuda para encontrar y seguir el Sendero Recto, el Camino Verdadero, para que nuestra acción sea acertada y justa.

Danos el conocimiento de Tu Unidad y enséñanos a interpretar en cada acto que de nosotros resulte.

Haznos así de los que caminan rectamente, dentro de la armonía de tu creación, conformes a Tu voluntad que lo rige todo.

Guíanos hasta el Sendero… y mantennos firmes sobre él…

7.-

…Condúcenos por el Sendero que es el de todos aquellos a los que has favorecido, aquellos a los que has obsequiado con el conocimiento obsequiado con el conocimiento más elevado y han actuado rectamente, aquellos en los que has propiciado un criterio juicioso.

Llévanos por el camino de a quienes Te has mostrado como el infinitamente Rahman, el camino de los profetas, aquellos que se Te han entregado y Tú los has aceptado, y los has hecho acceder a jardines eternos, aquellos a los que has mostrado Tu Belleza y Tu Estímulo y te has complacido en ellos.

Y ese no es el sendero de los que se han entregado a Tu Ira, aquellos que se han desviado de Ti y se han alejado de tu bondad, aquellos que carecen de criterio y van a la deriva, y son destructores y se destruyen a sí mismos y no comprenden nada…

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